jueves, 21 de abril de 2011
Reflexión de hoy
Padre, te lo reitero: a todo lo que aspiro es a que Tú me proveas con abundancia de tu gracia y de tu amor, para dedicarme a derrocharlos a manos llenas por donde quiera que pase. Déjame decirte que -confiado en la promesa de Jesús para quienes pedimos- te estaré pidiendo esos dones hasta recibirlos en la medida que aspiro.
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
No hay comentarios:
Publicar un comentario