jueves, 14 de abril de 2011
Reflexión de hoy
Padre, gracias por hacerme entender que el día de niebla no es para apesadumbrarse, pues arroja luz con relación a Ti, me aclara la convicción que debo tener sobre tu presencia. Durante la niebla no puedo ver lo que está hacia el horizonte, pero no me inquieto porque sé que todo está ahí, nada se ha movido, sólo existe un velo momentáneo para mis ojos. Es con esa misma seguridad que tengo que pensar permanentemente sobre tu presencia divina, que ojos humanos no pueden ver.
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