miércoles, 5 de mayo de 2010

Reflexión de hoy

Me alegro, Padre, por todos los que aprendieron hace tiempo a beneficiarse del poder de tu presencia para encontrar a Jesús y ser íntegramente sanos. Creo que no es necesario que yo te pida bendiciones para ellos, porque, obviamente, ya alcanzaron la mayor; pero aún así te las pido porque mi petición es lo único auténticamente valioso que puedo hacer en agradecimiento para todos los que me han dado alguna ayuda en la ruta para encontrar a Jesús.

1 comentario:

Unknown dijo...

Hermanito: sigamos orando los unos por los otros SIEMPRE. Todos necesitamos de la oración de los hermanos...como del desayunito cotidiano...y del aire que respiramos. Incluso experimento que muchas veces "sobrevivo" porque alguien está orando por mí.