domingo, 14 de marzo de 2010

Reflexión de hoy

¡Qué bueno, Padre! Los fenómenos naturales que muchas veces constituyeron motivos de preocupación y miedo ahora sólo son la reafirmación de que el universo es Tu obra y Tú lo controlas con Tu omnipotencia y omnisciencia, signo esperanzador de que, tal como lo has prometido, Tú pondrás a Jesús a gobernar el mundo en el momento escogido por Ti. Y las almas merecedoras de la eternidad regresarán a la tierra de la misma forma que Tú envías las lluvias y los vientos.

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