miércoles, 11 de noviembre de 2009
Reflexión de hoy
Así como con el baño diario quito a mi cuerpo las impurezas que genera o le caen del medio ambiente con el poder de tu Espíritu Santo limpio en todo momento todo lo impuro que llegue o que produzcan mi mente y mi corazón. Padre, dame pureza, en nombre de Jesús te hago la petición; Tú conoces mis necesidades, compláceme: quiero agradarte, y sé que sólo lo puro es de tu agrado.
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