Padre, necesito manejar mejor las sorpresas
desagradables y las dificultades inesperadas, las cuales de entrada me provocan
un desazón y un encono que no quiero sentir ni de manera silenciosa, porque sé
que me alejan de ti. En el nombre de Jesús te agradezco por lo que ahora está
haciendo para complacer mi petición.
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