Entusiasmo, esperanza y alegría genera enterarse de
que familiares o amistades han podido sacar provecho espiritual en medio de una
preocupante situación ante el lecho de un pariente amenazado por una enfermedad
catastrófica. Sólo con la intervención de Dios es posible. Gracias, Padre, en
el nombre de Jesús.
viernes, 7 de noviembre de 2014
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