Gracias, Padre. Pasando revista a las reflexiones que empezaste a entregarme el 14 de febrero de 2008, con regocijo reconozco que has complacido con creces mi petición de que me dieras palabras para alabarte, suplicarte, reconocerte, amarte e invocar el auxilio de Jesús en el camino para dirigirme hacia Ti. Gracias, Jesús, por auxiliarme.
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
No hay comentarios:
Publicar un comentario