jueves, 2 de febrero de 2012

Reflexión de hoy


Que sea éste, mi señor Jesús, el día que yo recuerde como el que acabé, con tu ayuda, con mis titubeos y dudas que no me han permitido avanzar hacia donde quiero y debo: al dominio del espíritu del Padre en mí. Quede este día marcado como el de inicio para que todas las obras que yo empiece en tu nombre y para gloria del Padre las lleve a conclusión feliz. No quiero quedarme a medio camino con nada.

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