sábado, 10 de septiembre de 2011

Reflexión de hoy


Gracias, Padre, por hacer que yo entienda que hay peticiones que no debo hacerte para facilitar mi tránsito terrenal, como esa de que me quites el libre albedrío, la que con frecuencia te hago. Al pensar en que ni a Jesús -quien sabía por todo lo que iba a pasar para redimirnos- lo privaste del libre albedrío me he convencido de lo importante que es para ti que yo decida por cuenta propia amar y orar, sin imposición tuya.

No hay comentarios: