martes, 7 de junio de 2011

Reflexión de hoy

Gracias, Padre, porque la condición del tiempo me permitió ver -desde que hizo su primer asomo en el horizonte hasta mostrar toda su redondez- la salida del sol, con un color casi rojo único, sin par. Sé que así como me regalaste el esplendoroso espectáculo, porque me levanté un poco más temprano que de costumbre, así me encontraré tu gracia, en la persona de Jesús, cuando Tú lo decidas.

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