martes, 31 de mayo de 2011
Reflexión de hoy
La constancia y la fijación del sol han de servirme de inspiración, Padre. El se empeña en venir a dar su saludo cada mañana, sin falta, para abrazar con energía y calor a cada día. Si por cualquier circunstancia brumosa no se aparece esplendoroso una mañana cualquiera, es mayúsculo su albor cuando regresa. Así debo hacer cuando me entretengo en el camino hacia Jesús.
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