Favoréceme, Padre, de acuerdo a la promesa que hiciste, para quienes tememos, en Salmos 147:11. Favoréceme, Padre, creo que Jesús es el camino, la verdad y la vida. Favoréceme, Padre, quiero cumplir con tu propósito y hacer el mejor uso de los favores tuyos, que son bienes, valores inestimables.
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