Oh, Padre, hasta donde hemos llegado: amparados en el pretexto de conmemorar el nacimiento de Jesús, año tras año durante el período navideño damos rienda suelta al derroche y los excesos de toda índole, incluyendo la gula, lo que a todas luces contrasta con la humildad y la prudencia de la vida austera que nos mostró Jesús a su paso por esta tierra. Perdónanos.
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