jueves, 19 de agosto de 2010
Reflexión de hoy
Oh, Padre, consciente de que en el pasado me llené de ellas, por las cuales te pedí perdón; y de que aún hoy me imprimo algunas, por las que continúo pidiéndote perdón, mi esperanza está puesta en encontrar la energía para alcanzar a Jesús, el único capaz de evitar que me inflija otras tachas con las cuales no sería merecedor de que me lleve a tu presencia.
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