lunes, 16 de agosto de 2010
Reflexión de hoy
Padre, ven. Aquí estoy: listo para tomar tu dictado. Dime lo que quieres escuchar que yo repita, aparte de darte las cotidianas gracias y hacerte las peticiones de rigor en procura de terminar bien lo empezado. Sacúdeme de emoción con tus palabras, ellas son mi salvación. Jesucristo, sigue intercediendo por mí.
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