Si no soy capaz de encontrar el gozo interno para sonreírme
a mí mismo, no es posible sonreír a los demás de manera auténtica. Gracias por
la reflexión, en el nombre de Jesús, Padre.
jueves, 7 de mayo de 2015
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
No hay comentarios:
Publicar un comentario