viernes, 25 de mayo de 2012

Reflexión de hoy


Siempre es posible encontrar a quien culpar por mis errores, si acojo como bueno y válido el razonamiento simplista de para qué culparme yo si puedo culpar a otro. Pero, si así lo hago, yaceré por siempre bajo el peso de mis errores y mis culpas. Líbrame de caer en ese súmmum del egoísmo y ayúdame, Padre, a corregirme y arrepentirme para alcanzar tu perdón. Gracias, en el nombre de Jesús.

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