domingo, 4 de octubre de 2009
Reflexión de hoy
Padre, no se mueve una hoja de un árbol sin Tu voluntad, lo sé. Pero también sé que Tú decidiste no manipular mi voluntad, y la mía siempre ha sido floja, variable. Tengo la voluntad de seguir a Jesús, y por eso te pido que aunque sea esta vez intervengas para tornarla fuerte, indoblegable.
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